Matriota y no patriota, desglobal latinoamericano.
Matriota anti lloriqueo de todo pañal mediático que imposta al pensamiento.
Matriota vomita sobre el loop de la nostalgia tartamuda y sobre la nube gris inventada por el discurso de poder de algún turno u otro.
Matriota combatiente cotidiano contra el grito-naftalina del nunca jamás.
Matriota antípoda a todo mamitique de la nada, que al servicio de la moda imperial, se solaza ad honorem a todo premio de la complacencia, ese que se llama anarco radical a sí mismo y reivindica el culto al trabajo y a la personalidad.
Matriota bomba atómica para los filósof@s de twitter y para todo lamide pre-claro especialista en la indignación compulsiva del arco reflejo del algoritmo.
Matriota retuerce con sal al sínodo del tecnocratismo aula-céntrico, ese que hace pasar por ciencia al titulaje del subdesarrollo-cool o de la llactacream de cualquier geografīa. Antagonista por nacimiento del ejercicio inerte que como agua empozada emana inercia política argumentada.
Matriota detractor. Matriota y no patriota de la liturgia del mausoleo primario emprendedor.
Matriota Sistema solarista, asqueado del llovido sobre mojado de cualquier Woosdstock trasnochado que se vende en calidad de novedad local.
Matriota ríe de llanto, toma prestado y se da vergüenza ajena ante los sacerdotes de la parodia cultural.
Matriota mata con la indiferencia la plaga algodonosa de los portales financiados por la caja chica del Banco Global.
Matriota nunca complaciente por pura vocación bioquímica, por contraste necesario, por falta de cálculo y prudencial medición del sentido común y corriente que patalea enredado en el dispositivo.
Matriota no come el cuento del keynesianismo ambientalista postmoderno de las causas nobles y del consumo de identidades, marcas y patentes.
Matriota militante de todo territorio yermo de historias épicas pegadas con baba del espejito analfabeto-funcional y de toda mutación del latifundio mundial de virulandia.
Matriota Sol de aguas de la tempestad que sobreviene a la parodia del Estado Nacional.
*Ilustraciones por Francisco Galárraga