Sobre el temperamento melancólico
Asegurándose que la cámara y el micrófono estén apagados, le dio de puñetazos al teclado, al escritorio; por qué no los dejé en visto, si siempre rechazan mis mociones.
Seguir leyendo →Asegurándose que la cámara y el micrófono estén apagados, le dio de puñetazos al teclado, al escritorio; por qué no los dejé en visto, si siempre rechazan mis mociones.
Seguir leyendo →Tanto plomo para desalojarlos, y estaba vacía, con los muros pintarrajeados, con caras llenas de tumores de toda la plana mayor, usted incluida; su retrato tenía barros y esquirlas, estaban sacándole fotos cuando la bomba explotó.
—Detrás de una loca siempre hay un imbécil— dijo Carolina —. Creemos que fue él quien se la llevó antes de que llegáramos
Seguir leyendo →― Soy mi propio obstáculo.
— El algoritmo te tiene agarrado de los huevos.
— Vos igual.
— No puedes vender ni administrar nada.
Seguir leyendo →— Por eso no te dura ningún novio. Te va a tocar largarte — le dijo Carolina —. ¿Tienes ahorros? Puedes ser mesera y estudiar de noche, cambiar de acento y dar clases de yoga, para escort te va a tocar quitarte precio, aunque ganarías más. Si tienes buen estómago podrías encontrar a alguien de setenta para arriba, que no le importe lo hecha mierda que estás.
Seguir leyendo →Cuando iban a bajar en la estación General Anaya, Maximiliano salió corriendo con el libro. Ramiro trató de seguirlo, pero lo perdió de vista en el puente peatonal. Maximiliano iba arriba de la escalera eléctrica, asustado, dejando pasar a la gente. Al salir, Maximiliano lo esperaba en la calzada, quiso tomarle de la mano, pero Ramiro se hincó para arremangarle la ropa, no sabía cómo acomodarse ese terno que le gustaba tanto, pero que otra vez era muy grande para un niño.
Seguir leyendo →La expulsión de Assange era una de los propósitos de la derecha ecuatoriana, acatado por el gobierno de Lenin Moreno. Para que sucediera, hubo dos ejecutores en sincronía: los latifundios mediáticos y la diplomacia. Las noticias falsificadas y las calumnias de la prensa parroquiana contra Julian Assange han tratado de ocultar los contenidos de WikiLeaks. En tanto editor, Assange preparó un archivo veraz sobre cómo opera en Latinoamérica la diplomacia norteamericana, secundada por académicos y periodistas locales.
Seguir leyendo →Al cruzar por el patio no entiendes tanta prisa, los corredores llenos. “No, no serás pintora”, te dices mientras pasas a su lado, “sino cajera del Banco Global. No, no eres biólogo, eres cajero del Banco Global. No, no serás periodista, sino cajero del Banco Global. No, no eres académico, eres cajero del Banco Global”.
Seguir leyendo →Cuando subías por la Av. Simón Bolívar, tu moto empezó a echar aceite y a patinar bajo la lluvia. Calculas y no sabes cuándo podrás sacarla de la mecánica. Tu visa de trabajo se venció y no te alcanzó para renovarla. “O te largas o te bajo el sueldo”, dijo el supervisor sin mirarte. No hubo aguinaldo en diciembre. En el recibo de la quincena hay un descuento por unos uniformes que nunca te dieron y una nota con negrilla al final: “Cualquier reclamo significará la separación del puesto sin liquidación”. De tanto hablar sobre cómo trajeron a sus hermanos o a sus primos, de los giros que envían a su madre, dejaste de ver a tus compatriotas.
Seguir leyendo →Anteayer, cuando ibas a prepararte para salir, volteaste al ventanal del jardín; el arbusto de espinas artificiales se levantó con una ganzúa en la mano, sus ojos eran un alarido. Corriste a tu cuarto y trabaste la puerta, marcaste a seguridad y cuando contestaron, lloraste. No encontraron a nadie; pero esa flama se eriza desde tu estómago a la garganta. Dejaste de salir, durante el día cierras las cortinas, hiciste podar el jardín. Tiraste los frascos de pastillas al excusado.
Seguir leyendo →Sabes que susurrarle a la galerista para que redoble la oferta, o cuando callar frente al curador para que empiece a insistir. Sabes cómo enredar al dealer de la casa de subastas. Tu preferido, el director de museo; vas por la espalda y siempre se queda sospechando que guardas mucho más.
Seguir leyendo →